Lección 236
Gobierno mi mente, la cual sólo yo debo gobernar.
1. Tengo un reino que gobernar. 2Sin embargo, a veces no parece que yo sea su rey en absoluto, 3sino que parece imponerse sobre mí y decirme qué debo pensar, cómo debo actuar y cómo debo sentirme. 4No obstante, se me ha dado para que sirva cualquier propósito que yo perciba en ella. 5La única función de mi mente es servir. 6Hoy la pongo al servicio del Espíritu Santo para que Él la use como mejor Le parezca. 7De esta manera, soy yo quien la dirige, ya que sólo yo la puedo gobernar. 8Y así la dejo en libertad para que haga la Voluntad de Dios.
2. Padre, hoy mi mente está abierta para recibir Tus Pensamientos, pero cerrada a cualquier otro pensamiento que no proceda de Ti. 2Gobierno mi mente y te la ofrezco a Ti. 3Acepta mi regalo, pues es el que Tú me hiciste a mí.