Lección 289
El pasado no existe. No me puede afectar.
1. A menos que el pasado no exista en mi mente, no podré contemplar el mundo real. 2Pues en ese caso no estaría contemplando nada, sino viendo lo que no está ahí. 3¿Cómo podría entonces percibir el mundo que el perdón ofrece? 4El propósito del pasado fue precisamente ocultarlo, pues dicho mundo sólo se puede ver en el ahora. 5No tiene pasado. 6Pues ¿a qué se le puede conceder perdón sino al pasado, que al ser perdonado desaparece?
2. Padre, que no contemple un pasado que no existe. 2Pues Tú me has ofrecido Tu Propio substituto: un mundo presente que el pasado ha dejado intacto y libre de pecado. 3He aquí el final de la culpa. 4Y aquí me preparo para Tu paso final. 5¿Cómo iba a exigirte que siguieses esperando hasta que Tu Hijo encontrase la belleza que Tú dispusiste fuese el final de todos sus sueños y de todo su dolor?